Cómo cuidar a quienes no lo entienden

No siempre la familia del misionero es creyente, a veces, pueden encontrarse con personas que siguen otras religiones o incluso que no creen en Dios. ¿Qué se puede hacer en ese caso? ¿Debemos hacerlos a un lado? La respuesta es: ¡Los cuidamos también! Pero se toman en cuenta ciertas consideraciones para buscar los mejores resultados. Como siempre, se tratará también de una oportunidad para impactar sus vidas con la Palabra, pero hay mucho más alrededor.

  • El respeto debe estar presente siempre. Es el principio fundamental.
  • No son creyentes y aunque buscamos compartirles acerca de la verdad de Jesús, el acompañarlos se trata de una oportunidad para amarlos, según el mandamiento de Cristo. Debemos respetar lo que piensan y tomar esto como base para todas las acciones.
  • Cuida la actitud con la que nos acercamos.
  • Es muy común que los cristianos tengan una actitud de superioridad o juicio al entablar conversaciones con personas no creyentes y con otros estilos de vida. No olvidemos que cada familia tiene un trastorno diferente, pero son tan valiosos como cualquier otra persona.
  • Evita tocar temas controversiales
  • Preocupémonos por mostrarles el amor de Jesús, escucharlos, preguntarles cómo están, sacarles una sonrisa. Evitemos tocar temas controversiales, ya que no los ganaremos, sino que marcaremos aún más la distancia.
  • Evangeliza más en acciones que en palabras.
  • Puede que tengan resentimiento hacia Dios o la iglesia por haberse “llevado” a su hijo(a), entonces busquemos acompañarlos, demostrando la intención con acciones y con un interés sincero, porque las personas se dan cuenta cuando no es así.

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