Eligiendo a la persona de acuerdo a la voluntad de Dios

Pensar solo en cómo quiero que sea la persona que va a ser mi pareja, es pensar de forma egoísta. En vez de buscar la apariencia, las virtudes o cualidades externas, mejor es invertir tiempo en prepararse para aquella persona que será tu pareja. Recuerda que la moneda del noviazgo tiene 2 caras:

  1. Que espero yo de ella, pero también,
  2. Que espera ella de mí.

Si estás seguro de tu llamado y que Dios no quiere que vayas solo, antes de empezar un noviazgo, pídele a Dios que te muestre si esa persona es para ti o no y hazte estás preguntas:

  1. ¿Esta persona ama a Dios sobre todas las cosas?
  2. ¿El carácter de Cristo se refleja en su vida?
  3. ¿Ora y busca la guía de Dios?
  4. ¿Cumple con Su palabra?, ¿es fiel y confía en Dios?
  5. ¿Te conoce verdaderamente?, ¿tienen tiempo para crecer juntos en Dios?
  6. ¿Es trabajador, honesto, generoso y hospitalario?
  7. ¿Te escucha, te apoya y te respeta?
  8. ¿Tiene también llamado misionero?

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