Nuestro llamado hacia al pueblo judío

Aunque el evangelio es para todas las naciones, llego a través del pueblo judío (Jer. 31:31). Y como dice Romanos 1:16, éstos deben tener un lugar especial al llevar a cabo la obra misionera. “Si bien este principio es verdadero, debemos recordar que ‘al judío primero’ no significa solo para los judíos. En el corazón de Dios está bendecir a todas las naciones el mundo”, dijo Esteban Roth, sirviendo con Uno por Israel.

No es que los judíos no conozcan de Dios; Dios los usó y les dio promesas, pero aun sí necesitan conocer a Jesús y Su evangelio. “Alcanzar a los judíos se vuelve un tanto complicado cuando no conocemos y asimilamos su mente, y una tarea dificil para nosotros, los cristianos, ya que nuestras raíces no son profundas en lo patrimonial y religioso, aunque hay cierta similitud en algunos casos”, dijo Benjamín Reguero sirviendo con Judíos para Jesús.

Es difícil entender la cultura hebrea si no se es hebreo. En la mente y la cultura hebrea, Dios es tan solo Dios para los judíos, y no se comparte con nadie, a menos que abraces la cultura judía. “Ser judío es ser creyente en las herencias transmitidas por el Torá, el Talmud y las tradiciones. Está tan ligado con la identidad nacional, que es imposible separar la nacionalidad de las creencias”, dijo Sara Steiner, sirviendo con la Junta de Ministerios Unidos por Israel. Para los judíos, ser cristiano, o de cualquier otra creencia, es equivalente a ser un traidor y por lo tanto un enemigo para ellos. “Es realmente un milagro que el pueblo de Israel acepte a Cristo como Mesías. El pueblo judío es un pueblo testaduro, o duro de cerviz como lo describe la Palabra, no es fácil de convencer, todo lo argumentan, todo lo discuten.

Desafortunadamente, el testimonio histórico de malos cristianos, ha creado un prejuicio que impide transmitir la verdad de Jesús”, dijo Manfred Nochomowitz, sirviendo con Ministerios EMET. Solo ganaremos a los judíos para Cristo cuando ellos vean en nosotros el verdadero amor y la verdadera compasión de Jesús, así como una doctrina liberada del legalismo, pero impregnada del Espíritu de la Torá. “A pesar de los obstáculos, los judíos se asombran de la conducta y devoción que tenemos los cristianos en nuestra forma de creer y vivir.

Por eso, poco a poco están respondiendo en tal cantidad que no tenemos suficientes personas para responder a todas sus preguntas sobre Jesús”, dijo Alexandra Frayme dijo Ministerio Pueblo Elegido. Como cristianos, todo lo que tenemos proviene del pueblo judío. “Las Escrituras, los patriarcas, los profetas, los apóstoles, e incluso nuestro Mesías, todos han venido a través de los elegidos de Dios (Rom. 9:4-5), pero ahora necesitan nuestra ayuda”, dijo Esteban. Es tiempo de devolverles el favor por todo los que nos dio el pueblo judío y bendecirlos con la misma bendición que recibimos de Jesús.

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