¿Por qué dejar a la familia es tan difícil?

La familia es el primer ambiente que conoce el ser humano. Mamá y papá son los primeros con los que se relaciona, luego están los hermanos, tíos, abuelos, y toda la familia extendida. Conforme crecen, muchas cosas cambian: el cuerpo, la personalidad, la escuela, incluso el lugar donde viven, pero la familia es lo permanente. Una mamá nunca deja de ser mamá, lo mismo sucede con un papá, con un hermano, etc. Y cuando, años más tarde, estos hombres y mujeres reciben el llamado para salir de casa y perseguir su verdadero propósito bajo los ojos de Dios, hay gran emoción, pero también pena.

Muchas veces podemos preguntarnos por qué dejar a la familia puede representar un reto tan difícil, no solo para los misioneros, sino para cualquiera, y la respuesta se muestra claramente en la historia del misionero: los cumpleaños, navidades y otras festividades, las muestras de amor, los momentos especiales con sus seres queridos, y más.

Lo miremos por donde lo miremos, es una situación difícil para cualquiera, y mientras más rápido lo entendamos, más pronto comprenderemos la importancia del cuidado hacia la familia que se queda y cuánto alivia esto el corazón del obrero.

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