Superando los desafíos
Ve paso a paso. Todo es un proceso nada sucede de un momento a otro. Es Dios quien nos equipa con las herramientas para ser capaces de desarrollar lo que Él quiere que hagamos.
Sé intencional. Si estamos seguros que Dios nos está llamando a servirle a tiempo completo, y no hacemos nada, todo esto sería en vano. Si quiero que Dios me use, entonces debo dar pasos de fe.
Trabaja juntamente con tu iglesia local y una agencia. Para la iglesia, es un reto que alguien salga a un lugar lejano, pero la meta es llegar a que toda la iglesia de una u otra manera se involucre en la misión de Dios, según la capacidad que Dios le ha dado.
Aprende a caminar por fe. En todo este proceso, es Dios siempre mostrando que la fe en Jesús y en Su Palabra es suficiente para seguir adelante.
Ve las pruebas como parte del proceso. Aun en el dolor, Dios está haciendo Su obra maravillosa para hacernos más fuertes y capaces de enfrentar situaciones difíciles en el campo.
Sé claro al momento de contar tu llamado al pastor de tu iglesia, como con otros pastores. Muchos de ellos no entenderán tu llamado o incluso lo tomarían como algo emocional.
Aprende a relacionarte con diferentes pastores, no solo de tu misma denominación. Hay que aprender de ellos y ver cómo Dios ha obrado en sus iglesias y en sus vidas.
Enséñale a tu propia familia que es Dios quien nos llama, y si estamos con Él, salimos bajo Su cobertura.
Por una misionera sirviendo en Asia