Consejos para los matrimonios misioneros interculturales

  1. Sean conscientes que el mantener una relación intercultural requiere mucho esfuerzo, pero vale la pena. Se necesita un compromiso firme de amor, una buena comunicación honesta y transparente, y una actitud flexible para negociar en los desacuerdos de forma que gane la relación y ambos sean beneficiados.
  2. Eviten negar o subestimar o sobrestimar las diferencias culturales. Reconózcanlas e intégrenlas de manera que ambos estén de acuerdo en beneficio de la convivencia diaria.
  3. Identifiquen las diferencias y dialoguen buscando acuerdos que beneficien y aumenten el bienestar matrimonial en todas sus áreas por medio de un buen entendimiento mutuo.
  4. Enfóquense más en los factores y metas comunes que en las diferencias culturales. En los momentos críticos, recuérdense que se han comprometido a cuidar su relación y a tener juntos una familia saludable y de testimonio cristiano.
  5. Anticipen que el estilo de crianza de los hijos podría convertirse en un factor estresante debido a que ambos provienen de un contexto diferente y que la cultura de cada uno lo ha definido como la forma “única y correcta”.
  6. El cómo se percibe y usa el tiempo en cada cultura es diferente. Por lo tanto, la puntualidad o impuntualidad en el manejo del tiempo se vuelve relativa, dependiendo desde qué cultura la están interpretando.
  7. Pregúntense cómo resuelven las diferencias en su cultura o expresen cómo resuelven sus diferencias las parejas de tu cultura, y aprendan el uno del otro, desarrollando una estrategia común.
  8. Conviértanse en educadores de sus familiares sobre la cultura de su pareja para que la relación con los suegros y entre consuegros sea mucho más saludable al conocer y entender más las diferencias existentes.
  9. Construyan su relación en el amor de Cristo, que nos dio el ejemplo, despojándose de Su “cultura divina” para encarnarse en la cultura humana para dar Su vida, perdonarnos y facilitarnos una relación íntima y personal con el Padre Celestial.

Carlos Pinto, director adjunto del área de cuidado integral del misionero para COMIBAM Internacional

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