Juntos por una misma causa
A lo largo de la Biblia, vemos parejas trabajando juntos para cumplir el plan de Dios y difundir Su amor por las naciones.
Como matrimonio, tenemos la bendición de compartir con alguien las alegrías y dificultades de la vida y el ministerio, alguien que nos brinde comodidad, nos conozca de adentro hacia afuera y nos comprenda. El matrimonio es el lugar donde podemos recibir amor y apoyo y luego ofrecérselo a los demás, dijo Richelle Webb, coordinadora de personal para SIM Latinoamérica.
Los misioneros casados tienen la oportunidad de mostrarle al mundo lo que significa el matrimonio ante los ojos de Dios.
Un matrimonio misionero es ejemplo del cristianismo, la fidelidad, el amor incondicional y el compromiso en el campo, principalmente en contextos de poligamia como el que vivimos aquí en Angola, dijo Wilhan Gomes, brasilero, sirviendo con SIM en Angola.
Servir en otra parte del mundo cambiará a tu matrimonio. Esto puede ser bueno si se habla y planifica bien, y malo si no se tienen en cuenta los aspectos necesarios.
Debemos recordar que el matrimonio tiene prioridad sobre todo lo demás. El Señor nos ha reunido para servirnos y apoyarnos mutuamente. Debemos asegurarnos de hacer tiempo el uno para el otro, agregó Richelle.
El impacto que el matrimonio tenga en el campo dependerá de lo que hagan, y no de lo que digan.
Nuestra cotidianeidad, el trato entre nosotros, el trato con nuestras familias, y en nuestros hogares es lo que impactará a las naciones. La sociedad constantemente observa y analiza si lo que decimos de manera linda y prometedora, es una realidad en nuestras vidas, dijeron Álvaro y Glaucia Senges, misioneros uruguayos sirviendo con DEM en Paraguay.
Como lo es en el caso de Carlos y Liliveth Sánchez, misioneros de Uruguay y Colombia, sirviendo con JUCUM en Francia.
Lo que más le llama la atención a la gente de aquí es nuestra simpatía y disposición. Les gusta mucho cómo nos relacionamos como esposos, expresamos nuestro afecto en público, bromeamos juntos y somos compañeros y cómplices sobre todo en una sociedad donde se ha perdido el valor por la familia y el matrimonio.
Al mismo tiempo, Andrés Blanco, pastor en Costa Rica enfatizó la preparación previa.
Los matrimonios deben de prepararse en la resolución de conflictos, las expectativas y el rol bíblico de un esposo y esposa, y cómo criar hijos en otra cultura.
Finalmente, Jorge Zavala, misionero mexicano sirviendo en Etiopía con las Asambleas de Dios mencionó que el acompañamiento tanto en el servicio, y el área social y espiritual son necesarios.
Cuidarse el uno al otro y a los que están a tu alrededor, facilita el contacto en el campo y provee mayor entendimiento de las necesidades. El mayor impacto en una cultura de cómo es un matrimonio cristiano, involucra no solo el mostrarles que Dios está interesado en ellos sino también el involucramiento en sus actividades comunes.