El envío de responsables de obreros preparados

El envío responsable de obreros preparados

Es un privilegio servirle a Dios y tener un propósito mayor en esta vida. Todos anhelamos saber cuál es el propósito y plan de Dios para nosotros.

Pero, involucrarse en las misiones no empieza cuando pisas el campo misionero, sino que sino cuando estamos ofrendando, orando, yendo a viajes de corto plazo, ayudando a un misionero en particular, aprendiendo sobre misiones, ayudando a que la visión de tu iglesia sea más amplia, movilizando a otros para que se involucren, etc.

Servir en las misiones a largo plazo toma tiempo. Tienes que discernir tu llamado y lugar, capacitarte, involucrar a tu iglesia y familia en el proceso, etc.

Son tres las conversaciones que debes empezar: tú con Dios, tú con tus pastores, y tú con tu familia.

Una vez que estés seguro de tu llamado, es hora a empezar a investigar más sobre los campos, las agencias misioneras y todo el proceso de envío. Es un proceso complicado, pero necesario.

En esta edición queremos responder a las muchas incógnitas que un candidato y su iglesia puedan tener. En las misiones de hoy, buscamos enviar responsablemente obreros preparados.

El “envío responsable” es asegurarse de la buena selección del misionero y que los enviadores entiendan que su rol no termina cuando el vuelo despega. La iglesia es responsable de caminar con sus candidatos, animarlos y desafiarlos. Los misioneros nunca dejan de ser ovejas de la iglesia, entonces nunca deben ser abandonados.

Los “obreros preparados” habla de: prepararse bien (tanto en lo espiritual como en lo ministerial), aprender a ser humilde para entrar a una nueva cultura y ministerio como aprendiz, y a trabajar en su carácter para llevarse bien con los otros de su equipo.

Nuestra oración es que Dios envíe más obreros latinos a Su mies y que la Iglesia Latina cumpla su rol de caminar con ellos antes del envío como cuando ya están sirviendo.

Obreroas
Envío responsable