Quiénes somos en Cristo

La Biblia nos enseña a pensar de nosotros mismos de manera coherente.

“…Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado”.

Rom.12:3 (NVI). No se trata de enaltecernos por lo que tenemos, ni pensar de manera irreal. Todo lo que tenemos, nos ha sido dado por Dios (1 Co. 4:7).

La autoestima es la imagen personal que tenemos de nosotros mismos y el valor que le damos a nuestra persona en su totalidad. La gente nos suele juzgar por lo que ve, por eso a veces, aparentamos algo que no somos, e incluso a la hora de valorarnos a nosotros mismos, nos cuesta ser sinceros y basamos nuestro valor en cosas equivocadas.

Fiona Hahn, misionera, dijo que, si un misionero tiene su autoestima basada en lo que hace, conoce o logra; será un problema en las misiones.

“Al menos al principio, el misionero no podrá hacer nada, no conoce a nadie y no logra nada. Su confianza debe estar en quién es, un hijo de Dios, de igual valor y dignidad que toda persona creada, y el objeto de Su completo y duradero amor y preocupación”, dijo Fiona.

Nuestra percepción de quiénes somos no debe depender de lo que hacemos o queremos mostrar, sino de quiénes somos en Cristo.

Salmos 16:2 nos recuerda: “Tú eres mi Señor; no hay para mí bien fuera de ti”. Los cristianos alcanzan valía y una sana autoestima teniendo una correcta relación con Dios. Nuestro valor en realidad no proviene de "nosotros mismos"; más bien, es un valor que Dios nos da.

Podemos saber que somos valiosos, por el alto precio que Dios pagó por nosotros, a través de la sangre de Su Hijo, Jesucristo.

Identidad
Salud Mental