Usando la tecnología para movilizar a los niños
Ivette Dueñas es de Cuba, pero actualmente vive en Costa Rica, y se dedica a la movilización misionera, específicamente, con los niños.
¿Cómo fue tu experiencia con la movilización en línea? Ha sido gratificante.
Al principio de la pandemia tuvimos que aprender nuevas formas y desprender otras, para poder alcanzar a las nuevas generaciones, tanto aquellas con las que veníamos trabajando como otras.
Personalmente, creo que la virtualidad es una aliada y me ha permitido llegar a los hogares de los niños y traspasar fronteras. Antes esto no hubiera sido posible.
¿Qué cambios tuviste que realizar para adoptar la movilización en línea? Al trabajar virtualmente hay que entender que pasamos de tener un ambiente físico, llámase salón de clases, casas de oración, iglesia, etc., a tener 2 espacios: el virtual y el físico, que se vuelve la casa, habitación o lugar donde los niños se encuentren.
El reto es crear una conexión con los niños por medios que son impersonales, tomando en cuenta que el ser humano es social.
¿Qué herramientas recomiendas para los maestros del ministerio de niños y/o movilizadores de niños?
Recomiendo utilizar Zoom, Skype o Meet para reuniones. Cada una de ellas tiene diferencias entre sí, a las cuales se le puede sacar provecho y llevar controles que permiten dar seguimiento al crecimiento espiritual.
También recomiendo para la virtualidad CANVA, que le permite al maestro crear plantillas animadas y creativas para la versatilidad de contar la historia o dar seguimiento, así como otros beneficios. Utilizo mucho la ruleta de decisiones, códigos QR, sopas de letras virtuales, pero especialmente hacer uso del espacio físico e involucrar a los niños en la historia.
¿Qué lección te ha dejado el uso de la tecnología en la movilización y las misiones?
Es un buen tiempo para mostrarles a los niños que la misión y el mandato de Dios no se detiene pese a las circunstancias difíciles, como las que todos estamos viviendo.
Invertir en esta generación es una bendición y un privilegio, enseñarles que Dios siempre dará los medios y las oportunidades para llevar Su Palabra hasta los confines de la tierra.