Sin amistad genuina no llegarás a ningún lado

Juan da un buen resumen de lo que es dar testimonio (1 Juan 1:2-3). El testimonio efectivo es contar lo que uno ha visto y/o escuchado, de la misma manera que un testigo en un caso legal da un testimonio.

“Pero dar testimonio a un judío va más allá de recitar los hechos del mensaje del Evangelio. La observación debe convertirse en un diálogo entre 2 individuos, cada uno con respeto mutuo y un interés genuino en el bienestar del otro. Porque el mejor testigo es el testigo de un amigo o pariente cercano (Juan 1:40-45)”, dijo Patrick Stonen, sirviendo con la Junta de Ministerios Unidos por Israel.

El primer paso para compartir el Evangelio con un judío es desarrollar una amistad. Tu testigo lo hará mejor a medida que crezca naturalmente a partir de una relación cada vez más profunda y significativa.

“No te hagas amigo de una persona judía para salvarlo. La persona sentirá que solo estás interesado en él como proyecto o trofeo. Deja que tu amistad y tu amor sean genuinos, porque sin estos no llegarás a ningún lado. Que tu amistad no cambie por la respuesta de tu amigo al Evangelio”, dijo Patrick.

Ser testigos de encuentros con extraños ciertamente son oportunidades maravillosas, pero éstas tienen que tener lugar dentro del contexto de una relación creciente.

“Una vez que estableces una amistad y eres sensible a las necesidades especiales de tu amigo judío, presenta el Evangelio de diferentes maneras”, añadió Patrick, "No hay manera correcta o incorrecta. Después de todo, no estás dando testimonio a los judíos, sino a una persona judía individual que tiene ideas, necesidades y pensamientos personales y preguntas sobre el significado de la vida y de Dios”.

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