Las migraciones: La nueva ola de las misiones

Muchos autores han escrito mucho sobre este tema. Greenway, Keller, Conn o Bosch hablan sobre los nuevos paradigmas de la misión en las ciudades. 

Todos ellos están de acuerdo en que las migraciones son la “nueva ola” de las misiones. Roger Greenway plantea que las migraciones tienen su origen en el aumento de la población mundial y, con este crecimiento, la necesidad de habitar otros lugares en búsqueda de trabajo y oportunidades para sus familias. 

 

Greenway dice que “el campo de cosecha es más grande que nunca antes. Más personas que nunca deben ser alcanzadas con el evangelio” Para Tim Keller, el asunto de los desafíos misionales urbanos es de gran importancia. En su libro Iglesia Centrada, Keller dice que “Todas las señales presentes nos hacen creer que el orden mundial del siglo XXI será global, multicultural y urbano”, por lo que anima a que “tengamos cristianos e iglesias dondequiera que haya gente, pero la gente del mundo se está trasladando a las grandes ciudades del mundo muchas veces con mayor rapidez que la iglesia”. 

 

“Los inmigrantes llegan con esperanzas que, muchas veces, se derrumban. El nivel de sensibilidad que tienen, les hace bajar la guardia en relación a lo espiritual. Junto con ello, la necesidad de una comunidad donde poder hacer amistades, una comunidad donde sentirse aceptados, hace que la iglesia sea un espacio ideal para ello: una comunidad de fe y esperanza”. 

Jano Molina, Teólogo

 

Raymond Bakke se pregunta ¿Qué está haciendo Dios con las migraciones masivas en el mundo? ¿Por qué en este tiempo en la historia las naciones están viniendo a las ciudades? No podemos perder de vista que “cada una de las personas que llegan a las ciudades es un ser humano creado a la imagen de Dios. Cada persona tiene necesidades, pero por sobre todo, cada persona necesita a Jesucristo y la salvación que él otorga. ¡Qué tremendo desafío misionero nos aguarda en las ciudades!”. 

Es, entonces, un hecho: Dios está usando las migraciones para que personas de todas las naciones, razas, grupos étnicos y subgrupos puedan oír el evangelio de Jesucristo.

Las migraciones, las búsquedas de mejoras económicas y otros nos han puesto en una situación de alcance con el mensaje del evangelio que cualquier hombre piadoso en la historia hubiera deseado para poder proclamar el evangelio en las ciudades.

 

Jano Molina, Teólogo

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