7 cosas que toda familia misionera debe considerar
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Involucra y desarrolla una buena relación con la iglesia enviadora en todos los procesos al campo para el apoyo financiero, de oración, de cuidado, etc.
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Asegúrate que los fondos sean suficientes para la familia y para los gastos adicionales, como viajes por salud, educación, etc.
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Clarifica cuál será el ministerio, y cómo se divide entre los padres la tarea de educar y criar a sus hijos.
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Busca que la educación para los hijos sea accesible y el impacto tiene esto para la familia y su ministerio. (p.e. si los hijos tienen que atender un colegio lejos del sitio de ministerio, qué impacto tiene la separación a los padres e hijos.)
“Una familia puede ser un apoyo mutuo en un lugar nuevo y si ella tiene una vida próspera y sana puede dar un buen testimonio cristiano a su alrededor. Además, en muchas culturas una familia es más apreciada y respetada que una persona soltera. Se dice también, que los hijos ‘abren puertas a corazones cerrados’.”
Dorothee Reuter, sirviendo con SIM Perú
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Involucra a la familia extendida (e.g. abuelos, tíos y tías, etc.), para que ellos entiendan que también forman parte en el trabajo misionero al mantener contacto, motivarlos, animarlos y NO hacerles sentir culpables por dejar a su familia extendida.
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Escribe tus expectativas y habla sobre ellas con las personas responsables en la oficina enviadora y el campo de la misión.
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Capacítate “cómo vivir y servir en un equipo multicultural” y “Qué significa ser multi-cultural, cómo entender tu propia cultura”.
Dorothee Reuter, sirviendo con SIM Perú
