De campo misionero a fuerza misionera
Luis Bush dirigió el Primer Congreso Misionero de COMIBAM realizado en São Paulo, Brasil en 1987 y en aquella ocasión enfáticamente dijo: En 1916, América Latina fue declarada un campo de misión. Hoy (en 1987) América Latina se declara una fuerza misionera.
Durante los siguientes diez años, el movimiento se expandió. Y COMIBAM (la Cooperación Misionera Iberoamericana) se estableció para alentar y apoyar a las redes de misiones nacionales de cada país y ayudarlas a conectarse y colaborar.
COMIBAM no es una asociación. No representa a toda la misión iberoamericana. Más bien, existimos para servir y ofrecer un lugar para el diálogo y la colaboración entre los organismos nacionales de misión y otras entidades de misión en la región, dijo Decio de Carvalho, director ejecutivo de COMIBAM.
Hoy en día, COMIBAM comprende a los países de habla hispana y portuguesa de América. Es decir, los 23 países de la región, además de la Península Ibérica, y también a los EE.UU. y Canadá debido a la importante presencia latina.
Somos una mano que ofrece recursos, información y en muchas ocasiones oportunidades de servicio para aportar al avance del Evangelio a todo lugar. Conectamos a las agencias con los campos y con otras organizaciones con las que puedan desarrollar alianzas para completar la tarea, dijo Wendy Colón, líder de la Red de Mujeres de COMIBAM.
COMIBAM ha sido un factor importante en el desarrollo de movimientos nacionales y la movilización de los pastores y lideres de esos movimientos a través de su sencilla estrategia centrada en cuatro áreas: movilización, capacitación, envío y trabajo misionero de campo.
El futuro de COMIBAM está en continuar trabajando en colaboración los unos con los otros. Desarrollar estrategias para ser más útiles y servir mejor a la iglesia y movimiento misionero. Tener respuestas que ayuden al misionero a atender las situaciones actuales que enfrenta la Iglesia, e involucrar más jóvenes en las misiones, finalizó Wendy.