¿Cuál es el problema?, sólo está volviendo a casa

Tal vez te estés preguntando, ¿por qué un misionero puede sentirse tan afectado por tan sólo volver a su país de origen? Con frecuencia, la iglesia no conoce muy bien el tema de readaptación y debe capacitarse para poder comprender mejor lo que sus misioneros viven.

Neil Pirolo, misionero de OM, escribió un libro llamado “Sirviendo al enviar Obreros” que nos ayuda a entender un poco más a fondo sobre los desafíos que enfrentan.

Físico: Los cambios climáticos, los cambios de horario, etc.

Profesional: El regresar y volver a un trabajo donde hay una supervisión más cercana puede hacerlos sentir aburridos y que no tiene mucha trascendencia lo que hacen.

Material y económico: El misionero puede sentirse abrumado ante los gastos que se hacen en su propio país mientras él sufría con el levantamiento de su sustento en el campo.

Cultural: Un misionero puede haberse acostumbrado a un estilo de vida más tranquilo, relajado, con énfasis en las relaciones y en las personas, por eso, al regresar a su país puede sentirse irritado ante la rapidez, el poco tiempo para compartir y los valores distintos.

Social: El misionero puede sentirse reemplazado ya que el tiempo que pasó fuera hizo que sus amistades continúen con otros amigos. Si la iglesia es muy grande y el misionero no tuvo mucha comunicación con ella, sus relaciones al regresar pueden ser despersonalizadas y hacerle sentir muy herido.

Idioma: Algunos misioneros han aprendido otro idioma y sienten tensión por haber olvidado palabras, no entender los modismos o jergas de moda o al expresarse con frases fuera de lugar.

Nacional y política: Su misionero puede haber estado en otros países donde la política ha sido diferente, las atracciones turísticas mucho más hermosas, etc. Al comparar la realidad de su país con la del otro lado del mundo, puede sentirse más a gusto con la realidad del país extranjero y esto puede causar tensión, tanto en él como en las personas que lo escuchan.

Educación: Algunos hijos de misioneros han estudiado en casa o en escuelas apartadas de los padres, cuando regresan sienten el choque de ir a un sistema educacional totalmente diferente.

Espiritual: Cuando el misionero estuvo lejos se enfocó en la salvación y el discipulado. Ha renunciado a muchas cosas para ocuparse en ganar vidas para Cristo. Al llegar a su país se siente confundido, enfrentando sentimientos de culpa, enojo y condenación. Se siente mal por las muchas almas que ha dejado lejos, como también luchando con la cultura, con la comodidad en su país, etc.

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