Somos influenciadores
Vivimos en una época en donde la palabra influencer está de moda y la mayoría de los jóvenes sueña con tener un canal en alguna red social para poder llegar a muchas personas, ser conocido y ganar dinero. Se podría pensar un poco más allá de este concepto y entender que hay muchas áreas en las que podemos ser de influencia, muchas veces sin decir ni siquiera una palabra, solo con nuestro testimonio.
Podemos influenciar en nuestra familia siendo buenos hijos, padres, hermanos o esposos y ser un testimonio de lo que Dios ha hecho por nosotros entre las personas que más nos conocen.
Podemos ser de influencia en nuestro trabajo mostrando un testimonio de Cristo, haciendo nuestro trabajo como para Dios y no para los hombres, de esa forma podremos construir relaciones con nuestros compañeros de trabajo y hablarles de Jesús.
Podemos ser de influencia en nuestra iglesia, guiándolos por el camino de lo que verdaderamente es hacer misiones y moviéndolos para que se vuelvan una iglesia misionera y de esa forma cumplir con la gran comisión en unidad.
Incluso podemos ser influenciadores con pequeños detalles, marcando la diferencia, no siguiendo lo que los demás siguen, no comprometiéndonos a modas pasajeras, sino siguiendo lo que la Biblia dice: peleando por la sana doctrina, luchando por nuestra fe, apoyando a los misioneros alrededor del mundo, entre otros.
Muchos personajes en la Biblia como Daniel, Pablo e incluso el Señor Jesús fueron de influencia en su entorno, entonces, nosotros deberíamos seguir su ejemplo.
Luigi Sarmiento, colaborador del equipo VAMOS