Preparación Integral para tu Llamado Misionero

ESPIRITUALMENTE:

Enfrentarás guerras espirituales en el campo. Necesitas estar listo. Además, debes pedir apoyo en oración. Forma un “grupo general”: un grupo grande de personas que oren por ti mensualmente. Y un “grupo de confianza”: amigos que escojas para que oren por cosas específicas y estén disponibles en cualquier momento para llamarlos.

TEOLÓGICAMENTE:

Un misionero va a proclamar la Palabra de Dios. Es necesario prepararse con varios estilos de predicación y profundizar en la Palabra. Pregunta a tu pastor por sus recomendaciones para prepararte más.

CON TU IGLESIA:

Es nuestra tarea llevar la información y el desafío a las iglesias y a los hermanos. No solo se trata de prepararte a ti mismo, sino que también tienes la responsabilidad de preparar a otros: tu iglesia, tu pastor (dejando tus ministerios en las manos de otros), tu familia y tus amigos.

CON EL IDIOMA:

El inglés es el idioma internacional y es de suma importancia aprenderlo. En muchos casos, donde vayas, el idioma nacional será enseñado desde la base del inglés.

CON UNA AGENCIA MISIONERA:

Una agencia misionera es una entidad que trabaja junto a la iglesia para ayudarte a llegar al campo. No proveen fondos, sino orientación, el lugar donde puedes servir y un equipo donde puedas integrarte. Una agencia cuenta con personas que te reciben en el campo, años de experiencia para guiarte, ayuda con visados, trámites y mucho más.

EMOCIONALMENTE:

Prepárate para afrontar los cambios, para ser parte de un equipo y para recibir una cultura nueva. Desarrolla relaciones interpersonales, ya que las misiones son hacia la gente y con la gente. Deja que Dios toque temas personales. Cada cosa, incluso una falla pequeña, puede verse grande en el campo misionero. Si tienes una tentación o lucha, puede volverse más fuerte en el campo. Si tienes heridas del pasado o una personalidad particular, permite que Dios te transforme.

A TU FAMILIA:

Debes preparar tanto a los que se van contigo (como tus hijos) como a aquellos que podrían quedarse atrás.

PROFESIONALMENTE:

Dios va a usar cada habilidad y fuerza que tienes, aunque aún no sepas cómo. Trabaja para que tus fortalezas sean aún más fuertes.

CULTURALMENTE:

Entiende las otras culturas y sus costumbres para no chocar ni faltarles el respeto.

CON UN PLAN Y FECHAS LÍMITES:

La vida de un misionero está llena de planeamiento intencional y con propósito. Nadie dará estos pasos por ti; tú debes tomar la iniciativa. Después de buscar a Dios, ponte metas y fechas en una línea de tiempo. Aunque debemos ser flexibles porque todo sucede en Su tiempo, tener planes y fechas te ayudará a enfocarte en el siguiente paso.

CON UN EQUIPO DE APOYO:

Todo misionero debe tener un equipo de apoyo que incluya mentores, personas que oren, y quienes animen, orienten y promocionen su llamado. El misionero debe ser respaldado, por lo menos, por una iglesia que entienda su llamado y lo acompañe tanto en la oración como en las finanzas.