¿La caja del diablo?

Quizás uno de los episodios más tristes de la historia de los medios fueron las campañas de quema de la caja del diablo.

Algunos predicadores con un celo real por Dios, pero con poco entendimiento, llamaban a los creyentes a realizar hogueras donde quemaban la caja del diablo (el televisor) sin entender que este podía ser un medio y canal también para la presentación del evangelio.

Hoy en día, son estos mismos ministerios los que ahora salen por televisión, satélite, etc. En realidad, el aparato no ha cambiado, sino la forma en cómo es usado. Eso es lo que debemos entender de los medios: el conocimiento para desarrollar no ha venido de otro lado si no es de Dios y deben ser usados para cumplir sus propósitos. Ha llegado la hora de redimir los medios para Dios.

El problema de la lectura

Fue en 1455 cuando Gutenberg diseñó la imprenta y la gente del mundo, que puede leer y quiere leer, se ha beneficiado inmensamente desde entonces. Qué emocionante pensar que la Biblia iba a encabezar ese increíble invento. Sin embargo, hay otro lado de la historia:

  • Cincuenta millones (50 millones) de personas con discapacidad visual.
  • Un billón trescientos millones (1.300 millones) son analfabetos.
  • La mitad del mundo, aunque pueden, no leen.
  • Hay miles de grupos lingüísticos que no tienen forma escrita para su idioma.
  • Las Escrituras todavía no están disponibles para millones de personas en su propio idioma