La mies es mucha en las ciudades

Tradicionalmente, la mayor parte del trabajo misionero se hacía en áreas rurales. Esto tenía sentido en épocas pasadas porque la mayoría de las personas vivía en comunidades rurales.

Ahora, el desafío más grande está en las ciudades, pero allí nos encontramos con escasez de obreros. Muchos misioneros se sienten tan perturbados por el ruido y el tráfico de las ciudades, la contaminación, los problemas sociales, el delito y las condiciones habitacionales que prefieren trabajar en áreas rurales.

Por cierto, las aldeas aún no alcanzadas necesitan escuchar el evangelio, pero es precisos dar más atención de la que se da a las masas de personas en las ciudades que todavía no han sido salvadas ni integradas a una iglesia.

Extraído del capítulo 14 de “Vayan y hagan discípulos” de Royer GreenWay

Lecciones aprendidas

  1. Es posible que las iglesias y los líderes de las iglesias trabajen en sociedad juntos de modo que hagan un impacto significativo en una comunidad.
  2. Es más fácil empezar programas que sostenerlos. Siempre hay emoción acerca de empezar algo nuevo que atraiga personas y recursos, pero crear una infraestructura y base de apoyo que provea un apoyo continuo es difícil.
  3. Los pastores que son creativos y personas catalíticas capaces de hacer que las cosas funcionen podrían no tener los dones necesarios para proveer un desarrollo organizacional a largo plazo.

Dr. Howard Olver, de Hechos 12:24 Iglesias