Un llamado para restaurar al pueblo de Dios
El judaísmo es una de las religiones más antiguas del mundo. Aunque es una de las más pequeñas, no es la menos importante. Existen muchos prejuicios e ideas preconcebidas sobre quiénes son en sí los judíos o si debemos alcanzarlos o no. Los judíos no están exentos del poder salvador de Dios, y su único camino al igual que de todos nosotros se encuentra en Jesús. Las Escrituras no solo dan los fundamentos del evangelismo judío; sino también habla de su prioridad. Jesús lo enfatizó al decir que vino por las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 15:24).
Si bien es cierto, los esfuerzos misioneros latinos han venido en aumento, pero éstos no se ven reflejados en la obra evangelizadora judía. No solo eso, sino que la cantidad de información y material de capacitación es muy limitada en español. Con esta edición, quiero brindarte una perspectiva diferente y los conocimientos básicos para movilizar a otros, alcanzar a los judíos de tu localidad, y por qué no, ir hacia ellos.
Hay una gran responsabilidad sobre la Iglesia para compartir de Cristo con el pueblo judío. Esto no significa que el evangelismo judío sea más importante a los ojos de Dios, o que aquellos involucrados en el evangelismo judío tengan un llamado más elevado. El mismo Jesús, en el Nuevo Testamento prometió que regresaría cuando todos creyeran, incluyendo a los judíos, y si anhelamos que eso pase, los judíos no deben ser excluidos del campo misionero.
Con esto no sugiero redirigir toda la fuerza misionera y haber una aplicación radical de al judío primero al pedirle a la Iglesia que busque a los judíos antes que a los no judíos. Sin embargo, es un llamado para restaurar el ministerio entre este pueblo de Dios convenido a Su lugar bíblico en su estrategia de evangelización mundial.
Los judíos hoy en día están respondiendo al evangelio más que nunca y sueño con un futuro donde los judíos amen y abracen al Mesías que vino a liberarnos. ¿Te nos unirías?