Privilegio y tensión en el servicio

No se puede negar que la aventura de servir en el Medio Oriente es todo un privilegio, pero al mismo tiempo se vive una tensión. Las más comunes entre los obreros son:

Privilegio y tensión de experimentar:

“En la fiesta final de nuestro jardín de infantes para niños discapacitados antes de las vacaciones de verano. En medio del alboroto, Mustufa se puso de pie solo, ganó el equilibrio y luego caminó hacia mí. ¡Todos aplaudieron y lloraron! Fue un momento tan especial e inesperado. Qué privilegio y qué tensión ser parte de la vida de estos niños especiales y ver el progreso de cambio por la mano de Dios en sus vidas”, dijo Estefano desde Baréin.

Privilegio y tensión de posicionamiento:

“Cuando entré bajo la tienda, la familia de refugiados estaba avergonzada de que los visitara. Me dieron un vaso de agua caliente con muchas disculpas de que no había fría y varios pañuelos para limpiar mi cara del sudor ya que hacía mucho calor y no hay electricidad por las mañanas. Luego de ahí entra el dilema: “¿Quién soy para ofrecer consejos y luego volver a mi automóvil con aire acondicionado y viajar de regreso a la comodidad de la ciudad donde hay electricidad y agua fría? Es un privilegio, pero también una tensión, ser parte de la vida de los refugiados”, dijo Ana desde Líbano.

Privilegio y tensión del cuidado:

“Fui a un callejón del que me advirtieron que no fuera, hallé a una madre intentando acomodar a su hermosa bebé para dormir en un montículo de bolsas de basura, en lo que era una casa improvisada con cajas de cartón. A los meses, la bebé contrajo meningitis, y quedó gravemente discapacitada.

Después de meses de tbrindarle rehabilitación sin tener éxito, la madre me preguntó en voz baja: “¿Cómo respondes eso?” Derramé lágrimas internas silenciosas. Es un privilegio cuidar a niños y familias en necesidad, pero también una tensión apretada”, dijo Alicia desde Irán.

Privilegio y tensión de la lucha:

“En las escuelas estamos en una batalla constante, incluso cteniendo más voluntarios ha sido difícil controlar a los niños que a menudo son violentos, poco respetuosos y roban. La mayoría de sus padres pasan un tiempo lejos, tratando de recuperar sus aldeas. No siempre vemos cómo Dios trabaja a través de las difilcultades, pero sabemos que lo hace y gracias por los estímulos para continuar en esta batalla. ¡Qué privilegio y qué tensión!”, dijo Moisés desde Catár.

Privilegio y tensión de viajar:

“Recientemente, mi amigo, con quien leí la Biblia, repentinamente abandonó el país. Esta es la realidad de este lugar, la gente viene y se va. Nunca sabemos cuánto tiempo tenemos que viajar con ellos, pero podemos seguir orando por ellos. Muchos otros han dejado la región por varias razones. ¡Qué privilegio es viajar juntos mientras nuestro Dios entrelaza nuestros caminos por un tiempo y qué tensión cuando mueve a las personas!”, dijo Josué desde Turquía.

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