Curando física y espiritualmente

 

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Todas las personas tienen necesidades, eso no hay quien lo discuta, y hoy en día, una de las áreas en donde más carencia hay es la salud. Alrededor del mundo, millones de personas carecen de acceso a servicios básicos de salud, tratamiento e incluso, medicamentos.

A diario, miles mueren por falta de cuidado y de atención médica. Pero sabemos que esa no es la única ni la mayor necesidad: también y principalmente, ellos necesitan de Jesús.

 

Pero ¿cómo podrán conocerlo si no pueden dejar de pensar en la afección física que tienen? ¿si no pueden hacer que algún dolor insoportable se detenga?

 

A través de las misiones en la salud, hombres y mujeres pueden obtener una cura no solo física, sino espiritual. Pueden abrir sus corazones al verdadero Doctor de doctores y así ser salvos.

Para Juan José Moreno, pediatra y participante de brigadas médicas, las misiones en la salud tienen un potencial evangelizador único. “La salud es un derecho humano universal básico. Por tal razón, hay apertura de las personas a recibir este servicio, en cualquier lugar del mundo.

Esto, abre puertas a comunidades y a los corazones, para conocer la obra de amor de Cristo por ellos”, comentó.

Se trata de un área con mucha demanda en el campo misionero.

 

“Esto porque en cada lugar hay enfermedades que necesitan ser tratadas como atención primaria o con acompañamiento a largo plazo”.

Evelitce Naranjo de Gines , especialista en medicina integral y misionera en el proyecto RAHAB

 

“Podemos llevar el Evangelio a todas las personas con algún problema de salud en cualquier lugar del mundo”, agregó.

A través de las misiones en la salud, la persona ve cambios en su vida, no solo en el aspecto físico, sino también en el espiritual.

“El objetivo principal es compartir el evangelio de salvación, dar vida a los que están muertos sin Cristo y utilizar el servicio de salud como un medio para acercarnos y suplir esta necesidad básica del ser humano”, dijo Liz Herrera, misionera y odontóloga colombiana.

 

La atención médica llega de la mano con atención espiritual en un momento que no es fácil. Tener una enfermedad o algún problema de salud nos pone en una etapa vulnerable y en muchos casos nos lleva a cuestionar una variedad de cosas, desde por qué estamos en la tierra hasta por qué estamos en esta situación.

Lo cierto es que las personas están deseosas por obtener esperanza y esta llega a través de la Palabra de Dios. “Hablamos de personas que no conocen de Jesús y que pueden conocerlo a través de la atención médica en un momento de salud desfavorable”, mencionó Katiuska Coromoto, misionera biocupacional venezolana.

 

“Los enfermos, al estar tan vulnerables, están muy abiertos a escuchar palabras de Esperanza, y eso es La Palabra de Dios”, comentó Helen, enfermera y misionera chilena. “Están en una situación que les produce dolor, inseguridad, temor, y al ser atendidos con profesionalismo, calidad, dignidad, amor, desde un comienzo obtienen una atención que no la recibirían en otro lugar. Y más al ser confortados con la Palabra de Dios, con las historias bíblicas… los lleva a ser confrontados con la verdad del Evangelio”, finalizó.

 

Las misiones médicas representan una gran oportunidad para alcanzar cada vez a más personas mostrando el amor de Dios al suplir una de las necesidades más básicas de los seres humanos: el derecho a la salud.

 

Eres un profesional de salud y te preguntas cómo puedes poner tu profesión al servicio de Dios:

 

1. Orar por tus pacientes cuando estés en casa: Llevar la cuenta de tus pacientes y orar por ellos en tu tiempo devocional puede marcar la diferencia en sus vidas.

2. Ofrecerte a orar por ellos cuando estés en el hospital: Muchos pacientes no tienen familia y tener que afrontar una enfermedad es algo aún más difícil. Ofrecerte a orar por ellos les demostrará el amor de Dios a través de ti.

3. Proveer para sus necesidades: A los hospitales llega mucha gente sin recursos, que en la mayoría de casos no tienen cómo afrontar sus necesidades diarias. Tener algún detalle con ellos puede parecer pequeño, pero tener un gran impacto.

 

 

 

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