Ser soltero un 14 de febrero

Sin duda, San Valentín es una de las fechas más populares a nivel mundial. El 14 de febrero no es solo una fecha donde todas las parejas se declaran su amor una y otra vez, sino también un día muy comercial que se empieza a planear con semanas de anticipación.

Sin embargo, aunque suene muy dulce hablar de un día para celebrar el amor, también tiene algunos efectos negativos. Esta fecha desencadena una gran presión social para las personas solteras. Aunque muchos busquen celebrar “el día de la amistad”, hay otros que ven el 14 de febrero como un recordatorio de su soledad.

Como cristianos, ¿qué posición deberíamos tomar? ¿Es la soltería una maldición, un regalo o solo una etapa más de la vida? Lo cierto es que todos estamos solteros en algún punto de nuestras vidas, algunos incluso durante toda su vida. Y aunque la sociedad y la presión social pueda intentar hacernos creer que estamos “dañados” o “incompletos” al no tener una pareja, debemos recordar que el amor más grande no viene de un novio o una novia, sino de Dios.

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Nuestro buen Padre nos conoce y nos ama completamente. Él es nuestra mejor compañía y fuente de seguridad. La soltería no nos limita en ninguna manera y en ningún aspecto, así que no se debe mirar de esa manera.

“Ya vas a ver, amiga, cuando te cases será como el primer día del resto de tu vida, ¡es la mejor etapa!”. ¿Alguna vez has escuchado un comentario similar de un casado hacia un soltero? Por supuesto, lo natural es pensar: “Si esa es la mejor etapa, ¿qué estoy viviendo ahora? ¿Mi vida de soltera vale menos que mi vida de casada?”.

En primer lugar, esa lógica es falsa. Estar casado no te hace más hombre o más mujer, eres todo lo que debes ser en Cristo y cada etapa de tu vida es preciosa si la pasas junto a Él. El Salmo 90:12 dice: “Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Como vemos en el versículo, debemos valorar cada día buscando la sabiduría de Dios, buscando agradarle a Él.

“Para mí, la mejor etapa de mi vida ha sido cuando he estado viviendo en el centro de la voluntad de Dios, cuando lo que vivo y hago es conforme al propósito de Dios”, dice Karuna, misionera de SIM.

Segundo, ninguna etapa de la vida debe ser menospreciada, pues cada una tiene algo especial. ¡Claro que son diferentes! Pero ninguna es mejor que otra.

“La soltería es un estado civil ante la sociedad, ni mejor ni peor. Creo que es importante tener muy claro que nuestro valor no se encuentra en un estado civil ni en tener esposo(a) ni hijos. Cada estado civil tiene sus ventajas y desventajas”, dice Dra. Jessie Scarrow de Ritchey, consultora de cuidado integral.

Entonces, se trata de algo que da pena o de algo que alegra, ¡es solo una etapa más! La mejor etapa de nuestra vida inicia cuando conocemos a Dios, tenemos una relación personal con Él y empezamos a servirle… sin importar nuestro estado civil. No dejes que San Valentín te haga pensar lo contrario. Celebra las relaciones que tienes en tu vida hoy: familias, amigos, colegas, entre otros, y agradece a Dios por lo que fue, es y será en tu vida.

 

Recomendamos que lean la Revista VAMOS sobre la soltería: https://misionessim.org/sites/default/files/magazinepdf/solteriavamosabr16_0.pdf

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