Aprendiendo a comunicarnos en un equipo intercultural
La comunicación es una de las cosas más difíciles que he enfrentado dentro de mi equipo multicultural. Ya que muchas veces no sabía con exactitud cómo expresar mis sentimientos o ideas en otro idioma, que no era el mío, e incluso pensar si lo que estoy queriendo transmitir es específicamente lo que quiero decir. Puesto que, detrás de la otra persona hay otra cultura, con sus formas y maneras de entender las cosas.
En otras ocasiones sucede de forma inversa, es decir, cuando alguien de mi equipo quería transmitirme algo, ellos no sabían si yo lo lograría entender, así que en algunas oportunidades prefirieron comunicarme algunas cosas, a través, de los mensajes de texto, lo cual tampoco me ayudaba del todo, ya que usaban términos o palabras que estaban fuera de mi entendimiento. Entonces esto hacía que la barrera del idioma con mi equipo fuera cada vez más grande.
Un día, mi líder del equipo decidió empezar reuniones una vez al mes, estas reuniones son llamadas Panqueques y Cultura, ¿pero, por qué este nombre? Bueno, en realidad lo que buscaba nuestro líder era poder crear lazos de amistad entre los misioneros del equipo y a su vez disfrutar de los famosos panqueques que muchos de nosotros hemos comido en nuestros países.
Cada primer lunes del mes, nos reunimos y tocamos temas de nuestras culturas y de lo que nosotros valoramos. Sentí en mi corazón decirle a mi líder: ¿por qué no estudiamos juntos acerca de una buena comunicación en un equipo como el nuestro, ya que, entre americanos, australianos, checos, singapurenses, tailandesas y una latina, la comunicación es un gran desafío.
Gracias a Dios que hace algunas semanas atrás hemos empezado con el estudio de este tema, el cual nos ha ayudado a poder vernos a nosotros mismos, conocer nuestra manera de transmitir un mensaje y como lo recepciona un americano o australiano, o un tailandés. Ese día el líder nos retó para poder pensar y considerar a la persona con la que estamos transmitiendo el mensaje. Al día siguiente, una de mis compañeras de equipo, quien es checa, me dijo directamente: Juanita, no necesitas ser amable conmigo, dime las cosas de frente sin temor o vergüenza, ya que un día antes habíamos visto que entre su cultura y la peruana existen muchas diferencias de comunicación, especialmente porque a esta última le gusta: ser amable y no sabe decir no.
Creo que ambas habíamos aprendido la lección de una buena comunicación entre nuestras culturas. Doy gracias a Dios por este tiempo, ya que mi líder estuvo listo para escuchar y ser sensible a mi necesidad de una buena comunicación, y pienso que no solo fue de ayuda para mi vida, sino para la vida del resto del equipo.
Como latinos, tenemos que estar listos para enfrentar este desafío, pero también ser aptos para poder abrazar otras culturas, aceptarlas y valorarlas.
Nada sucederá de un momento a otro, todo toma tiempo, pero es ahí donde Dios nos llena de gracia para superar algunos obstáculos y así ser bendición los unos a los otros.
Juanita, sirviendo con SIM en Tailandia