¿Qué les llama la atención a los musulmanes sobre Jesús?
En la investigación de Dudley Woodberry (misionólogo) en Fuller Theological Seminary donde entrevistó a 750 personas con trasfondo musulmán, preguntándoles qué les atrae a los musulmanes a seguir a Jesús. Entre los hallazgos encontrados, dos son importantes:
El primero es al ver una fe viva. Esto fue visto en el amor a los demás, los matrimonios cristianos amorosos, la voluntad de ser sensibles a la cultura local y los valores religiosos, entre muchas otras actitudes y comportamientos. También fueron atraídos por el amor de Dios para toda la gente, hasta enemigos.
Woodberry escribe, “cuando el amor de Cristo transforma a los cristianos comprometidos en una comunidad amorosa, muchos musulmanes ponen en su lista de deseos unirse a tal compañerismo. Cuando los refugiados sirios inundaron el Líbano y Jordania, como ya habían tenido refugiados iraquíes previamente, muchas iglesias evangélicas libanesas y jordanas, y del interior de Siria, sintieron que era importante que las iglesias mostraron el amor y compasión de Cristo intencionalmente a los refugiados y a los desplazados internos, independientemente de su fe.
Segundo, se sorprendieron de que los cristianos ayudaran a alguien fuera de su comunidad, los refugiados musulmanes. Como se explicó con la palabra Assabiyah muy arraigada en su cultura, una sola ayuda a aquellos dentro de su propia tribu, el impacto -que atraviesa la barrera religiosa, tribal, étnica, nacional y ayuda a los necesitados- es significativo. La iglesia local no es una agencia social o humanitaria. La iglesia es el cuerpo de Cristo, que significa que las dimensiones espirituales impregnan todo lo que hace de la iglesia, incluyendo la ayuda humanitaria que se proporciona. La realidad de Cristo tiene que ser vivida en comunidad y en la comunidad. Así la iglesia local a través de su ministerio de compasión y asistencia humanitaria permite y facilita a los refugiados a encontrar al Dios vivo en Cristo.
Por último, la iglesia local es capaz de proporcionar una comunidad a los desplazados. Los refugiados musulmanes pertenecen a sociedades colectivistas y son dependientes de su comunidad para la ayuda en momentos de necesidad. Es devastador para los refugiados que han perdido sus hogares y en el proceso no sólo su apoyo social sino también su sentido de identidad. Si la Iglesia es capaz de ir más allá de las jerarquías sociales dentro de ella y de la actitud de ser excluyente con todos los que no pertenecen a su comunidad, puede convertirse en un lugar donde los refugiados musulmanes encuentren comunidad, arraigarse y esculpir una nueva identidad en Cristo, como parte de Su Cuerpo.
Rev. Dr. Rupen Das en su libro: Dios y los refugiados: fundación de esperanza
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