Es un peligro no dominar el idioma
Aprender un nuevo idioma es un proceso necesario para que el misionero enviado a un país con un idioma que no es el suyo pueda ejercer su labor con responsabilidad y eficiencia.
Aquí les dejamos algunos peligros para el misionero que no logra dominar el idioma local adecuadamente:
- Causan problemas en el equipo misionero porque no logran entender a sus compañeros, creando tensión en el equipo y malentendidos por su deficiente comunicación.
- Se ven obligados a aceptar un rol o función inferior a su llamado y capacidad, simplemente por falta del idioma. Quizás tengan mucho talento y experiencia que ofrecer, la cual no ejercen por no saber comunicarse de manera adecuada.
- Es muy posible que tampoco lleguen a comprender adecuadamente la cultura. Y peor sería que si por sus años de servicio, su agencia les da un cargo de liderazgo donde propagan sus conceptos equivocados de la gente y su cultura (por no haber llegado a comprenderla) entre los nuevos misioneros.
- Provoca aislamiento, habrá ocasiones donde la gente local tenga asuntos valiosos que aclarar con el misionero, pero sabiendo que no les entenderá por qué su vocabulario es limitado, se quedarán callados, mientras el misionero tal vez piensa que todo va de maravilla.
- Algunos se frustran y como resultado, abandonan el campo antes del plazo al que se comprometieron.
- Otros se frustran, pero en vez de abandonar el campo, se refugian en otros hispanohablantes. Entonces, en vez de vincularse con la gente del lugar, buscan cualquier pretexto para andar con otros que hablan su idioma.
La preparación debe de ser lo más completa posible: se debe estudiar bien el lugar donde uno irá a servir, conocer el idioma y la cultura para poder realizar una labor eficiente y ser de bendición en el lugar donde vamos a servir.
Fuente: Meditación Misionológica de Allan Lee B