Lo que nos cuesta a los latinos en el campo misionero

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De la misma manera en que el ser latino nos ayuda en el campo, también existen cosas nos pueden dificultar las cosas en el campo. La buena noticia es que se pueden cambiar o corregir.

  1. Nuestra comunicación. Podemos hablar 3 horas sin llegar al punto, o no decimos nuestro punto de vista con claridad o fundamento. Decimos “sí” por quedar bien, y decimos “no” cuando queremos decir “sí”. Posible solución: Aprende a ser concreto. Búscale el por qué a las cosas que piensas o crees. No tengas miedo de ofender a alguien por decir “no”.
  2. Nuestros fuertes lazos. Extrañamos nuestro país, nuestra gente, nuestra comida y la familia, a veces nos hace llamar más tiempo de lo normal con nuestra familia y amigos y nos desvía del ministerio. Posible solución: Empieza a preparar a tu familia con tiempo. Cierra ciclos. Lleva cosas contigo que te recuerden a tu país. Aprende a cocinar.
  3. Finanzas. En muchos casos, no completamos nuestro presupuesto requerido para el campo. También, padecemos de la inconstancia del apoyo financiero de parte de la iglesia enviadora o socia. Posible solución: Aprende las razones detrás de cada rubro y prepárate a explicarlo a otros. Evitar eliminar o reducir los gastos recomendados.
  4. Nos resentimos fácilmente. No nos gustan que nos digan las cosas directamente, y si sentimos que nos hablan o tratan en la manera que no deberían, nos resentimos con esa persona. Posible solución: Entiende que no todo el mundo funciona de la misma manera. Si te resientes, siéntete libre de hablar cómo te sientes.
  5. La falta de disciplina. Aunque podemos encontrar la motivación para hacerlo, nos falta encontrar la motivación y la constancia para empezar algo (ya sea un curso, aprender un idioma o un proyecto) y terminarlo. Posible solución: Pídele a Dios disciplina, busca un mentor que te motive a continuar y a quien le puedas rendir cuentas.
  6. Drama y sensibilidad. Exageramos o minimizamos las cosas. Nos gusta estar donde la “acción” está (ya sea fisgonear o chismear). Somos más emocionales, llorar en frente de otros nos es un problema. Posible solución: Si te cuentan algo, quédatelo. Mostrar nuestros sentimos no es malo, pero si lo hacemos puede que no nos tomen en serio.
  7. La informalidad. Preferimos usar atajos en vez de hacerlo de la forma correcta o forma. Usamos la astucia para obtener cosas, pero no necesariamente la necesitamos o la merecemos. Posible solución: Nuestro Dios es un Dios justo, haz las cosas de la manera correcta. Usa tu astucia para Su gloria, no para tu beneficio.
  8. La procrastinación. Dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy, preferimos trabajar “bajo presión” y cumplir con las fechas límites la mayor parte del tiempo es un desafío. Posible solución: Acostúmbrate a cumplir con tus obligaciones a tiempo. Empieza a utilizar una agenda o recordatorios.
  9. Trabajar en equipos multiculturales. Nos es fácil trabajar con personas de una cultura parecida a la nuestra, pero los conflictos surgen cuando trabajamos con culturas que consideramos directas o “frías”. Posible solución: Comprométete con tu equipo, ten compasión y trata de entender cómo disfrutar la diversidad y los retos.
  10. Las visas. A una buena parte, se nos niega conseguir o renovar la visa. Crea estrés en la espera y con esa limitación, perdemos oportunidades de capacitación u opciones de vuelos baratos en ciertos países. Posible solución: Tener cosas que demuestren tu arraigo a tu país (propiedades, vehículo, etc.). Una carrera te abre puertas al mundo.

Cómo nos afectan las diferencias

Las diferencias culturales son frecuentemente reveladas en:

  • Cómo consideramos el poder y la desigualdad.
  • Cómo pensamos de los grupos y de los individuos.
  • Cómo tomamos decisiones.

¿Qué tipo de asuntos afectarán?

  • Las expectativas del “equipo”.
  • El estilo de comunicación.
  • La apertura al cambio.
  • Las ideas de la educación de los niños.
  • Las expectativas del estilo de vida.
  • El humor.
  • Las actitudes hacia la familia extendida.
  • El estilo de liderazgo en las iglesias.

¿Qué puedes hacer?

  • Conocer tu cultura dentro de ti.
  • No generalizar, ejemplo: “Todos los alemanes son así”.
  • Orar antes de hablar.
  • Ten interés en otros.
  • Celebrar con cada uno.
  • Comunicarse con claridad.
  • Intencionalmente incluir a las personas de otras culturas.
  • No siempre decir “en mi país”.
  • Tener consideración por las otras personas que no son de nuestra cultura.

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