Consejos a los influencers

Mi consejo lo resumo en 3 palabras: mente, corazón y manos.Mente: El llamado al influencer cristiano es a profundizar en su fe, ¿qué tanto estamos llenando nuestra mente con la Palabra de Dios?Corazón: El problema de un mundo caído por el pecado es que tiende a evaluar el éxito por el producto de las acciones y no por las motivaciones, así que cuidemos nuestros corazones. Dejemos que nuestros pastores e iglesias nos acompañen, rindamos cuentas, no nos creamos autosuficientes.Manos: Tus talentos y habilidades son para servir y no para la vanagloria. Alguien dijo que un zapatero cristiano no es aquel que graba pequeñas cruces en los zapatos, sino el que hace zapatos excelentes y de buena calidad.El mundo busca hacer cosas con excelencia para su propia gloria, pero el cristiano influencer está llamado a hacerlo para la gloria de Dios.Jeff Villalta Mordekai
La influencia de Pablo en su sociedad
El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre”.
Hechos 9:15-16 El Apóstol Pablo fue una persona a quién Dios usó de gran manera para llevar la Palabra de Dios. Él es una clara muestra de que el pasado no define a una persona y de que Dios puede usar a quien Él quiera ya que para Él no hay nada que sea imposible.
Pablo empezó con valentía predicando la Palabra de Dios, sin temor a lo que le pudiera pasar, luego de ello, se fue por un tiempo para poder estudiar más acerca de la Palabra de Dios. Cuando regresó, inició el primero de sus viajes misioneros junto a Bernabé con el apoyo de la iglesia.
Cuando Pablo viajaba tenía por costumbre predicar en la sinagoga de la ciudad que visitaba y allí les hablaba de temas que ellos podían entender. Cuando le tocó ir a las personas que no eran judías, buscó de igual forma algún tema para poder conectar con ellos y mostrarles el Evangelio como lo hizo en Atenas.
Pablo solía quedarse un tiempo en un lugar y luego moverse a otro y en el lugar donde iba dejaba personas para que continuaran la obra, por ejemplo: Timoteo y Tito quienes eran sus discípulos.
Pablo también tenía la costumbre de volver a los lugares a donde había predicado para poder ver cómo iban las cosas en esos lugares y reafirmarlos en la fe, además que les escribía cartas para poder ayudarlos en su fe y otros asuntos.
Pablo influenció a una gran cantidad de personas mientras vivió y fue usado poderosamente por Dios. De igual forma nosotros podemos ser de influencia para otras personas en donde nos encontremos. En nuestro trabajo, centro de estudios, familia o incluso el vecindario, podemos ayudar a que en nuestra iglesia se desate la llama de la pasión por las misiones.
Luigi Sarmiento, colaborador del equipo VAMOS