Hambre por el evangelio

Fabrizio y su equipo visitaban los campos de refugiados iraquíes en la frontera de Jordania y en un mes 41 musulmanes respondieron al evangelio y le dieron sus vidas a Jesús.

“Un día un grupo musulmanes se nos acercó y nos dijo que buscaban a ‘la gente del Libro’ porque los habían escuchado hablar sobre Abraham e Isaac y querían saber más”, dijo él.

El equipo les preguntó si solo buscaban información sobre Abraham, pero ellos dijeron que buscaban a Jesús. Uno de estos jóvenes era un líder en otra sección del campamento.

“Dentro del campamento hay muchos creyentes, así que los reunimos para capacitarlos en cómo compartir el evangelio y plantar iglesias. Cinco jóvenes musulmanes estaban escondidos en los arbustos alrededor de las tiendas y escuchando las historias. Al día siguiente, éstos llegaryon junto a algunas mujeres para preguntar cómo podían aceptar a Jesús”, añadió él.