¿Y el teatro y la danza en el culto misionero?
Alaben su nombre con danza; con pandero y arpa a él canten. Salmos 149:3
Las artes escénicas son una herramienta poderosa en los cultos misioneros, ya que la pasión por compartir la fe y la misión es reflejada en la expresión de cada adorador.
Para Dios, el teatro y la danza se hallan como más que una simple forma de expresión artística, se convierten en puentes de esperanza, fe, ánimo, comprensión y empatía con el llamado principal a las misiones.
Como líder en mi iglesia he podido dirigir diversas presentaciones para los cultos misioneros y hay muchos dramas y canciones que nos animan a ir, dar, orar y enviar. La danza es el lenguaje universal de adoración que expresa gratitud y amor a Dios al unirse en un solo clamor de alabanza. Recuerdo que la primera vez que hice una coreografía, tomé tiempo para orar y pedí dirección a Dios para elegir la pieza correcta. Parte de la canción dice: De todo lugar los perdidos vendrán en libertad a ti clamarán. Llevaste la cruz, moriste y vivo estás Mi Dios, a ti mi vida te daré.(Canción Tómalo)
Asimismo, según la necesidad puedes crear teatros de pantomimas en el cual puedas incluir solo gestos y movimientos sin palabras o crear un guión de acuerdo al tema principal del culto, representando los problemas y situaciones reales para lograr la identificación con el público, llegar a sus corazones a través de la comprensión y prepararlos para el mensaje central.
La preparación también es muy importante: Cuando hagan cualquier trabajo, háganlo de todo corazón, como si estuvieran trabajando para El Señor y no para los seres humanos. Colosenses 3:23. El Señor nos demanda a presentarle nuestro trabajo en excelencia, con preparación, sacrificio de tiempo y entregar nuestra voluntad a Él.
Apoyándonos en personas idóneas para cada labor, enseñando con amor y teniendo paciencia los unos con los otros para que a través de tu excelencia los demás puedan exaltar a nuestro Dios. El talento es dado y siempre perfeccionado por Dios y Él nos envía a multiplicarlo.
Geraldyne Velasquez, colaboradora del equipo VAMOS