Más allá de la comodidad: latinos formando su carácter para impactar el mundo

PRISMA es un programa de entrenamiento misionero intercultural que MOVIDA desarrolla en Walzenhausen, Suiza.
El entrenamiento intercultural más importante sucede fuera del aula.
A través del trabajo diario en un predio que contiene huertas, bosques, prados, animales, una casa de huéspedes y una cocina semiprofesional, los alumnos y los voluntarios aprenden a construir, trabajar la tierra, plantar, regar, cosechar, preparar alimentos típicos de la zona, procesar alimentos para conservar, cuidar y carnear animales, etc.
Al mismo tiempo, con la venida de misioneros y voluntarios de otros países, la visita a iglesias de la zona y de otros países; y una práctica de dos semanas fuera del predio, los alumnos tienen la posibilidad de tener contacto con gente que habla, piensa y vive diferente.



El carácter de los participantes se pone a prueba desde que llegan hasta que se van. Algunos de sus desafíos son:
- Desarrollar disciplina en el uso del tiempo.
- Abrir la mente.
- Morir a sí mismos y a su cultura.
- Intentar aprender otro idioma y usarlo.
- Llegar a sus límites físicos y emocionales y descubrir que pueden mucho más.
- Aprender a estar alejados de la familia, los amigos y la iglesia y a depender más de Dios.
- Desarrollar perseverancia.
- Vencer el miedo a hablar con gente diferente.
- Aprender a vivir en el silencio.
- Perdonar y desarrollar más paciencia con los otros y consigo mismos.
- Comer con gusto eso diferente que les ponen en la mesa y no eligieron.
- Aprender cada día algo nuevo.
- Ser agradecidos con Dios y las personas que están a su alrededor.
En los últimos 7 años, han pasado por PRISMA 164 alumnos de 16 países latinoamericanos y 4 europeos, y más de 300 personas de todas las edades de esos países han participado como voluntarios.
— Febe Zanetti, coordinadora de PRISMA
La mayoría de ellos ha regresado a su país con una perspectiva nueva sobre la misión transcultural, permitiéndoles tomar decisiones más concretas sobre su llamado. Y casi todos dan testimonio de que su carácter fue probado.


“Prisma significó rendir mi yo y mi voluntad a Dios. Me ayudó a ejercitar la obediencia en las pequeñas y grandes cosas. Prisma me ayudó muchísimo; fue una herramienta que Dios usó para restaurar áreas de mi vida y dar dirección a mi llamado.”
— Zaira Valenzo, 33 años, México – PRISMA 2025 Invierno
“Prisma fue para mí un proceso de crecimiento y trato del carácter intensivo. Aprendí y descubrí nuevas cosas y, en especial, la gran necesidad de Dios en otros países y culturas. Estoy muy agradecida con Dios y todos los que hacen que ese lugar sea un espacio para ser desafiados a salir de la comodidad y atreverse a mucho más.”
— Julieta, 28 años, Argentina – PRISMA 2025 Primavera
Yo misma, siendo una misionera argentina que trabaja en MOVIDA hace 25 años, desde que empezamos a desarrollar este proyecto de entrenamiento intercultural en Suiza, he sido desafiada a adaptarme a una nueva forma de pensar, trabajar y vivir.
Mi carácter también ha sido transformado en humildad y perseverancia. Creer que nada es imposible para Dios, más disciplina, paciencia, amar y perdonar cada día, ser agradecida en todo tiempo y darme la oportunidad de intentar hacer cosas que no creo que soy capaz, son algunas de las cosas que experimento cada día trabajando junto a un equipo intercultural.
Febe Zanetti, coordinadora de PRISMA
Más información sobre PRISMA aquí o escríbeles a infoprisma@movida-net.com