La Biblia en una mano y el periódico en la otra
Por muchos años la comunicación de las iglesias para con la sociedad fue con la absoluta predominancia de uno de los puntos, del emisor, actualmente podemos ver cómo la iglesia pasa a ser más relacional, enfocándose en características específicas que siempre fueron necesarias estudiarlas pero que ahora se hacen efecto bajo la búsqueda de una generación necesitada de respuestas, una generación que cuestiona.
En esta frase del teólogo suizo Karl Barth: Un sermón hay que prepararlo con la Biblia en una mano y el periódico en la otra describe muy acertadamente una condición importante para la proclamación del mensaje cristiano, necesitamos confiar en que el Señor hace su obra, pero como parte del cuerpo tenemos la responsabilidad de estudiar el contexto donde estamos.
Como diría Stephen T. Um: Nuestra comunicación ha de ser relevante sin duda la palabra de Dios tiene poder en sí misma, y el espíritu Santo es el que produce convicción de pecado, pero ello no nos exime de nuestra responsabilidad que es transmitir el mensaje de Cristo de la forma más adecuada, según el momento, el lugar y las circunstancias.
¿Cómo podemos ser relevantes en esta generación?
¿Cómo podemos tender puentes firmes a una sociedad como la nuestra?
El ejemplo de Pablo probablemente nos ayude a responder muchas de nuestras interrogantes.
Él l reveló dos actitudes constantes y relevantes dentro de su ministerio: La disposición a conocer y a escuchar. Pablo en la primera carta a la iglesia de Corinto dice: Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos. (1 Corintios 9:22- 23). Expresa una idea de identificación increíble, el hacerse como ellos, ayudando todo esto a crear puentes sólidos que ayudan a crear lazos para escuchar, comprender y ayudar. Los cristianos hemos sido llamados a proclamar el evangelio, y las ciudades contienen muchas necesidades, muchos prejuicios, mucho individualismo, mucho de tantas problemáticas actuales que no podemos hacernos la vista ciega a todo ello.
Para Reflexionar:
1. ¿Estamos siendo conscientes de todo lo que pasa en nuestro alrededor? 2. ¿Cómo iglesia tenemos la disposición de Pablo de conocer y escuchar? 3. ¿Estamos predicando nuestros sermones con las bases bíblicas en una mano y en la otra conocemos las realidades de nuestra comunidad?