El don que haya recibido
Todos tenemos algo que hemos recibido de Dios en nuestro ADN.
Talentos, capacidades, dones naturales, algunos se descubren a temprana edad, otros más tarde, pero seguramente ya te diste cuenta de los tuyos. ¡Al menos de uno!
Y la verdad es que cuando pones en ejercicio un talento afloran muchos otros relacionados y vamos desarrollando nuestro interior y aun la autoestima.
Dios nos dio a cada uno un don en particular, no es posible copiar el del otro, porque te frustrarás o enfermarás de envidia o celo. Dios los hizo personificados, de tal manera que yo me dediqué a usar los míos.
Si Dios los gobierna, esos dones y talentos edifican a la Iglesia y bendicen personas, obviamente nosotros somos los primeros en estar bendecidos, también.
Pero cuando esos talentos se usan sin la gracia de Dios, es decir, sin Su aceite, Su gobierno, Su dirección, esos dones se trasforman en armas de guerra, porque si los ejercitamos en esta carne aun no crucificada, seguramente lastimará a mucha gente.
¡Y lo hemos visto! Pídele a Dios que Él gobierne esas capacidades que te ha dado, para que Él reciba el fruto por el que te los dio.
Siempre estarás satisfecho de tu aporte a Su Reino en humildad y gratitud.