Adultos mayores en las misiones

La experiencia vivencial de los adultos mayores aplicada contextualmente al momento actual, puede ser una enorme contribución al quehacer misionero de la iglesia contemporánea.

En el equipo de misiones de la iglesia local en la cual ministro, dos son adultos mayores (con 63 y 67 años de edad).

Al involucrar a adultos mayores en la praxis misionera de la iglesia, adquiere una dimensión y beneficio recíproco. Primero, la praxis misionera de la iglesia local se beneficia sobremanera al contar con la participación activa y significativa de este grupo de discípulos.

Muchos adultos mayores al no tener mayores responsabilidades para con los hijos, negocio, trabajo, entre otros, se predisponen con entusiasmo a las responsabilidades asignadas. Segundo, los adultos mayores de las iglesias locales al tener participación activa en el ministerio, concretamente en la obra misionera, se saben y sienten motivados, desafiados y sobretodos útiles, aún con sus limitaciones de carácter físico.

Por tanto, las personas de la tercera edad pueden aportar notoriamente en la empresa misionera. Por ejemplo, participando en la organización y planificación de eventos como conferencias y cultos misioneros, contribuciones financieras, oración y otras disciplinas espirituales, experiencias de corto plazo, decorado de ambientes, manualidades, entre otros; todo respecto a la obra misionera.

Por Pastor Johnny Marca en Bolivia

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