El corazón y la oración de una madre apasionada
Convencida y convincente.
La vida de Margaret Gowans, una fiel mujer que fue llevada por el amor de Cristo hacia los no alcanzados, es el prefacio de la historia de SIM.
Rowland Bingham oraba por el lugar a dónde Dios lo llevaría a servir, y en una conversación con Margaret, escuchó la respuesta a sus oraciones. “Ella desplegó ante mí la gran extensión de esos miles de kilómetros llenos de las masas de personas. Ella colocó ella mí la carga por Sudán.
Esta madre canadiense ya había confiado a su hija Grace la obra de Dios en Asia del este. Ahora estaba suplicando por su hijo Walter, que fue llamado a un campo difícil, donde ninguna organización misionera deseaba ir.
Margaret se emocionó cuando Walter le contó sobre su llamado, él oró con ella por los 60 millones de almas perdidas en el interior de África. Él y su mamá movilizaron a Rowland Bingham y Thomas Kent, los otros dos fundadores de SIM, para que se unieran a Walter para ir a Sudán.
Fue la súplica apasionada de una tranquila mujer que unió mi vida con Sudán, dijo Rowland, añadiendo que la carga era tan real como la carga que presionaba el corazón de Isaías.
Margaret despidió a los tres jóvenes y oró fielmente por su proyecto.
Desafortunadamente, Walter murió en menos de un año después de llegar al campo. Agonizando por la malaria, escribió:
Rowland, el único sobreviviente, le trajo a Margaret las pertenencias de su hijo. Nos paramos en silencio, luego ella dijo:
“Prefiero mil veces que Walter haya ido a Sudán y muerto allí, completamente solo, que tenerlo en casa hoy, desobedeciendo a Su Señor”.
Ella continuó orando fielmente, confiando en Dios por la victoria. Ella oraba para que Dios levantara un discípulo en el pueblo donde Walter había muerto. La respuesta a esa oración llegó mucho después. El nuevo equipo de misioneros de Rowland fue rechazado en varios lugares, pero encontraron un pueblo acogedor y fue donde Walter había muerto.
Lo que ellos no sabían era que Margaret en la lejana Canadá oraba para que Dios envíese a alguien a Girku, lugar donde su hijo había perecido, escribió Rowland.
Durante dos largos años nos mantuvimos en ese lugar por las oraciones de Margaret, recordó él.
Margaret crió a sus nueve hijos en un hogar cristiano, de los cuales todos fueron parte activamente de la obra del Señor en casa y en el extranjero. Su influencia en su hijo, así como en Rowland, desempeñó un papel importante en la historia de SIM.