No tienes por qué caminar solo

Jesús invirtió casi el 85% de Su tiempo de ministerio con Sus discípulos, más que solo predicar, sanar enfermos, enseñar y hacer milagros.

La Iglesia es como un ‘buque de guerra’; los creyentes estamos en una constante batalla contra el mundo en nuestro día a día, dice Kevin Mora, misionero guatemalteco. “En el momento en que nos reunimos como cuerpo, llenamos ‘el tanque con combustible espiritual’, revisamos que ‘no haya fallas en nuestros aviones’ y salimos de nuevo para la guerra”, dijo él.

Algunos jóvenes creen que deben capacitarse y llenarse de conocimientos y llevar todas sus cargas solos. porque al fin y al cabo harán ministerio y estarán en el campo solos, pero eso no es así.

“Jesús no estaba enfocado solo en hacer ministerio, después de enseñar a la multitud, se apartaba para capacitar a Sus discípulos, Él los discipulaba porque necesitaban guía para saber cómo enfrentar todo lo que se les venía luego”, dijo Kevin.

Dios estableció la Iglesia para enseñar la doctrina bíblica, proveer un lugar de convivencia para los creyentes, celebrar la Cena del Señor, y orar (Hechos 2:42).

“Dios te ha dado ‘coroneles’, ‘otros soldados’ y a todo ‘un equipo de milicia’ en la Iglesia, no tienes por qué caminar solo. Jesús no solo les dijo a Sus discípulos lo que tenían que hacer, sino que les mostró cómo hacerlo, fue una relación. Y de eso se trata la mentoría, que va de la mano del discipulado”, añadió Kevin.

Fueron 13 hombres que vivieron juntos por 3 años.

Todos los días, mientras desayunaban o caminaban rumbo a alguna ciudad, en sus encuentros con la gente o durante los eventos especiales, el Maestro les enseñaba y mostraba con Su ejemplo, cada cosa que este grupo tan diverso en vivencias y personalidades necesitaban aprender. Nunca estuvieron solos.

“Tener un mentor facilita el trabajo antes, durante y después del campo y es alguien a quien le confías tus ideas y necesidades. Es muy bueno tener un amigo que te ayude con la cultura; me apoyo mucho tener un pastor brasilero que me ayudo, me presento a otros y ellos me abrieron la puerta del ministerio gracias a ese pastor”, dijo Larry Murphy, misionero con IMB.

No tengas miedo de caminar con alguien, Jesús nos dio el ejemplo de cómo hacerlo. Ora y busca el mentor que Dios quiere que tengas.

¿Quién es un mentor?

Es aquel que tiene la habilidad de identificar y desarrollar el potencial de otros al invertir en sus dones, habilidades y talentos, llevando a sus discípulos a su destino.

Los mentores han caminado por mucho tiempo, han tenido y tienen una experiencia y relación íntima con Dios. Las cualidades más necesarias son la habilidad de escuchar y retar al joven.

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