Una lucha interna contra las expectativas

En la cultura latina, es algo común que las hijas solteras no salgan de casa hasta que estén casadas. Entonces, mientras se mantienen solteras, se asume como uno de sus principales roles el cuidar de sus padres. Esta situación puede repetirse tanto si se trata de una hija única o con otros hermanos que ya están casados. Todos tienen expectativas acerca de lo que cierta persona debería hacer, y en este caso, lo que se espera de ellas es que cuiden a sus padres, que no los dejen solos, que los asistan y acompañen, etc. Y si alguna de ellas tiene un llamado misionero, la salida al campo puede tornarse especialmente difícil.

Puede ser una lucha, porque si eres la única soltera en la familia, culturalmente creen que tú deberías cuidar a tus padres, pero sientes el llamado del Señor, entonces hay una lucha interna, comenta la Dra. Jessie Ritchey, consultora en cuidado integral.

Tomar una decisión y sentir paz al respecto, no es fácil. Luchar contra las expectativas y lo que se espera puede resultar más duro de lo que parece, y el corazón de las obreras está cargado, lleno de preocupaciones e ideas que dificultan su salida.

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