Fieles al llamado
El Dr. Kent Brantly estuvo sirviendo como directormédico en el hospital ELWA hasta que se le detectóel virus del Ébola, gracias a Dios el día de hoy seencuentra estable, junto a Nancy Writebol.
Estoy escribiendo esta actualización desde mihabitación aislada en el Hospital de la Universidad Emory,donde los doctores y enfermeras están proveyendo elmejor cuidado posible. Me estoy fortaleciendo cadadía, y le agradezco a Dios por Su misericordia mientrashe luchado contra esta terrible enfermedad. Tambiénquiero extender mis profundas y sinceras gracias a todosustedes quehan estadoorando por mirecuperación,así comopor NancyWritebol ypor el pueblode Liberiay ÁfricaOccidental.
Mi esposaAmber y yo,junto connuestros doshijos, no nosmudamos aLiberia con el propósito específico de combatir el Ébola.Fuimos a Liberia porque creemos que Dios nos llamó aservirlo en el Hospital ELWA.Una cosa que he aprendido es que seguir a Diosfrecuentemente nos lleva a lugares inesperados. Cuandoel Ébola se extendió a Liberia, mi trabajo usual dehospital se volcó más y más hacia tratar el crecientenúmero de pacientes con Ébola.Sostuve las manos de incontables individuos mientrasesta terrible enfermedad les quitaba la vida. Fui testigopresencial del horror, y puedo aún recordar cada rostro ynombre.
Cuando mi diagnóstico salió positivo, recuerdo unprofundo sentido de paz que estaba más allá de todoentendimiento. Dios estaba recordándome que mehabía enseñado años atrás, que Él me dará todo lo quenecesito para serle fiel.Ya han pasado dos semanas, y estoy en unestablecimiento totalmente diferente. Mi enfoque, sinembargo, permanece igual seguir a Dios. Mientrascontinúen orando por Nancy y por mí, sí, por favor orenpor nuestra recuperación. Más importante aún, oren paraque podamos ser fieles al llamado de Dios en nuestrasvidas en estas nuevas circunstancias.