Misiones, servicio y voluntariado

Las misiones, en palabras sencillas, son el encargo que Jesucristo nos dejó antes de Su ascensión al cielo. Se basa en la Gran Comisión de Mateo 28:19-20. El servicio, es el ejemplo que Cristo nos dejó. Los cristianos llamamos ‘servicio’ a todo trabajo o ayuda brindada a otros, sabiendo que lo hacemos como para Dios.

Y ¿el voluntariado? La palabra voluntariado procede de ‘voluntad’, relacionado a la decisión propia y libre para hacer algo. Entonces, ¿seremos voluntarios cuando vamos de misiones o servimos en un ministerio de la iglesia? La respuesta es sí, si no hay nadie que nos obliga a hacerlo. Sin embargo, es necesario dejar sobre la mesa algunos conceptos tácitos establecidos socialmente:

Servicio: Sucede a nivel de la iglesia local, es la palabra usada y entendida entre la congregación. Difícilmente alguien de afuera va a entender a qué te refieres si le dices que sirves con los niños en la escuela dominical. “Es el voluntariado que se da en la iglesia para el desarrollo y crecimiento, pero el servicio es lo que hacemos para nuestros hermanos de la congregación”, dijo Jonshon Acuña, movilizador y tallerista Voluntariado: Sucede en la iglesia local pero también fuera en la comunidad, sea con una organización pública o privada. Es una palabra de amplio uso y está relacionada mayormente a ayuda asistencial. Para las personas que no creen en Dios, pero practican voluntariado, la meta es aliviar el dolor o pena inmediata de la persona. Para los cristianos, es además ayudar a la persona a acercarse más a Dios. “… podemos llevar una comida, ropa, corte de cabello, pero siempre con una Biblia.”, dijeron Alejandro Poma y Marisel Rojas, misioneros con JuCUM Ecuador Misiones a corto plazo: Alivian necesidades inmediatas, al igual que el voluntariado. “No es posible discipular a alguien en tres días o en una semana, las misiones a corto plazo solo te permiten preparar el camino para que alguien venga a largo plazo, tal como lo dice 1 Corintios 3:6”, dijo Gino Ferruzo, peruano sirviendo con VAMOS. La diferencia principal radica en que misiones se realizan comúnmente a nivel general dentro de la iglesia, con el envío oficial por parte de las autoridades; mientras los grupos de voluntariado suelen conformarse por los grupos humanos de la iglesia, de maneras específicas ante necesidades espontáneas, surgidas en la comunidad.

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