Comencé con voluntarios y terminé con hermanos de corazón

Isabel de Reyes habla sobre su experiencia liderando voluntarios con el Congreso COMIBAM. La experiencia que tuve con este maravilloso grupo fue una gran bendición de nuestro Señor Padre. Trabajar con tantas culturas, idiosincrasias, costumbres y lenguajes diferentes pero unidos en El Amor de Dios y nuestros deseos de Servir a otros. El encargarme del grupo Internacional en este evento desde el momento en que se inscribieron, dar seguimiento a cada uno de los documentos, la coordinación de su búsqueda en el aeropuerto, ubicación en el hotel, alimentación para ellos, los grupos de trabajo, los tiempos de descanso, unirnos en oración cada día y alabanzas, ayudar a los participantes de todas partes del mundo en el congreso. Me llevo un cúmulo de bendiciones; conocí a personas voluntarias en servicio del Señor y terminé con hermanos de corazón, personas que estarán en mi vida por siempre, con quiennes contaré y serviré al Señor con infinita pasión.

Según Carlos Lamprea, misionero voluntario por 32 años, el trabajar con voluntarios no cristianos es un desafío grande, y sin embargo es una gran oportunidad para compartirles el evangelio mientras servimos. En el caso que la entidad cristiana sea la coordinadora, a los interesados no cristianos se les da toda la información necesaria de lo que se realizará, se explica claramente el proceso con principios bíblicos y se aclara con cada individuo lo importante de respetar lo que se va a hacer. Asimismo, si somos más bien participantes voluntarios con una organización no cristiana, tendremos que respetar las normas instauradas y entender las metas esperadas. Sin embargo, nuestra motivación debe estar bien clara: servir a Dios. No solo tenemos la oportunidad de brindar ayuda, sino que también podemos dar palabras de esperanza a los necesitados. Así también, tener presente Mateo 5:13-16 en nuestro relacionar con los otros voluntarios. Siendo de bendición para ellos y guardándonos íntegramente en todo momento