Cuidando del matrimonio de manera horizontal y vertical
Para que la familia misionera sobreviva al choque transcultural, su ministerio alcance la meta del largo plazo y los padres dejen un legado misionero en sus hijos, es necesario cuidar del núcleo de la familia que son los esposos tanto de manera horizontal, su relación entre ellos, y de manera vertical, su relación entre ellos con Dios.
El cuidado del matrimonio misionero es esencial dentro del cuidado integral que debe ser provisto por la Iglesia y la agencia misionera. Pero, al mismo tiempo, el autocuidado dado por y cada uno de los cónyuges es algo que no debe ser pasado por alto en todas las etapas de la pareja misionera.
Todos nosotros podemos ser parte, en especial los pastores, líderes, consejeros o matrimonios con muchos o pocos años de casados. Desde una llamada telefónica hasta una visita en el campo, hay varias maneras de apoyar a los matrimonios que sirven de forma transcultural.
A lo largo de esta edición veremos los diferentes escenarios por el cual las parejas misioneras atraviesan antes y durante el campo misionero, analizando y buscando posibles soluciones a las diversas circunstancias que el matrimonio enfrenta o podría enfrentar.
Nuestro deseo es que las parejas misioneras sepan que no están solas y que no tienen por qué caminar solas cargando sus problemas con ellos. Dios ha provisto Su Palabra como instrucción y consuelo, y a varios de Sus siervos con dedicación y experiencia para ayudarte si tu matrimonio está atravesando una etapa difícil.
Que tu matrimonio tenga problemas o esté debilitado no significa que eres menos espiritual, que Dios no te quiere en el campo o es algo de lo que debas estar avergonzado; con la debida consejería, y las decisiones y pasos correctos podrán superar esta fase, regresar a la etapa de luna de miel y seguir sirviendo a Dios de la manera en que le agrada.