Contexto de pérdidas y emociones

A continuación, veremos algunas situaciones y emociones que el misionero puede sentir durante una cuarentena como la que estamos atravesando. Ser consciente de estos cambios y pérdidas puede en parte explicar por qué se sienten así:

  • Ambigüedad sobre su futuro, pérdida de control.
  • Pérdida de la pequeña seguridad financiera.
  • Pérdida del sentido de seguridad.
  • Preocupación por la familia extendida que dejó en su país de origen.
  • Sentimiento de aislamiento y soledad.
  • Cambios en sus hábitos y rutinas de vida cotidiana.
  • Planes de actividades ministeriales que se cancelan.
  • Conflictos con su familia inmediata, con la que convive.
  • Citas establecidas con colegas y amistades que son canceladas.
  • Pena por darse cuenta de que está sola(o) y/o distante de sus familiares.
  • Temor al contagio, temor al futuro y falta de fondos para pagar la renta, comprar alimentos.
  • Mucho más tiempo para pasar a solas con Dios, que antes no lo tenía.
  • No saber ni entender lo suficiente de redes o tecnología que les permita interactuar mejor con los demás hermanos a distancia.
  • Mucho tiempo a solas si es soltero/a o mucho tiempo con su familia si se está casado/a.

 

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