Reenfocándonos en la tarea principal
Ser discípulos que hacen discípulos, y que, a su vez, éstos hagan discípulos. Éste es el propósito de cada persona que ha hecho de Cristo su Señor. La Gran Comisión tiene su base en el discipulado.
Si queremos movilizar a la Iglesia de manera efectiva, tenemos que volver a la base de la misión, que es el discipulado, dijo C.A. Gómez de PAAM. Nuestro mayor obstáculo es la base de la misión construida sobre una falta de discipulado.
Necesitamos regresar a la tarea del discipulado bíblico que transforma vidas, y aun como movilizadores, sigue siendo nuestra tarea.
No pretendamos que la Iglesia pueda hacer discípulos en el mundo, cuando no hacemos discípulos dentro de nuestras propias congregaciones, dijo C.A.
Lamentablemente, hay iglesias que han perdido su enfoque en el discipulado y lo han reducido a un curso de doctrina, lo que debe ser un acompañamiento constante. El discipulado es compartir nuestra vida con el discípulo, donde aprenderán lo que significa ser un verdadero seguidor de Cristo.
El discipulado es mucho más que entregar conocimiento y lecciones teóricas de algún curso. Es vivir y caminar con la gente de uno a uno o en grupos pequeños donde se animan y se muestran cómo se aplican los principios bíblicos y cómo se vive, dijo Hans Ziefle, misionero SIM quien sirvió en Chile.